La moda del CBD

Inconscientemente asociamos el consumo de cannabis a algo malo y nocivo para el ser humanos, por su relación directa con las drogas. En favor de esta planta tenemos que dictaminar que del cannabis se extrae el CBD, uno de los compuestos médicos que mejores resultados está consiguiendo en algunos pacientes.

Ya son muchos países los que se están planteando legalizar el uso medicinal del CBD. Y muchas familias lo están introduciendo en sus vidas como un complemento para mejorar su día a día. Aunque su consumo sigue creciendo cada vez más, sus connotaciones negativas y la relación que tiene con la marihuana (la hierba de la risa), frenan su libre comercialización y distribución en la gran mayoría de países. Se cree que su legalización conlleva más problemas que soluciones. Por estos motivos los laboratorios de todo el mundo están invirtiendo grandes sumas de dinero para conseguir resultados contrastados y convencer a la sociedad de los beneficios que puede aportar a nuestras vidas.

La demanda aumenta y es un gran negocio

Cuando en el estado de California, se legalizó el consumo de la marihuana en terapias medicinales, la decisión dejó dividida a la sociedad norteamericana. Mientras unos se escandalizaban, el resto pensaba que no sobrepasaría las fronteras del estado. Han pasado más de 25 años y los resultados obtenidos han cambiado drásticamente. En la actualidad, el consumo del CBD está legalizado en todo el país, pero hay que tener cuidado con el cannabidiol que se extrae de la marihuana ya que tiene niveles de THC elevados. Para evitar mayores consecuencias con el THC, existe una regulación muy específica para su consumo.

Es más, la situación legal es tan complicada de la DEA (administración para el control de drogas), sigue considerando el cáñamo como ilegal y lo clasifica en el mismo grupo de sustancias adictivas como la heroína y la cocaína, a pesar de que el congreso lo ha legalizado. Según los resultados obtenidos en las encuestas, la sociedad ha evolucionado con el paso de los años, pasando de un 12% a un 62% la aceptación de los ciudadanos con respecto a la legalización de la marihuana. Se estima que 9 de cada 10 están de acuerdo con su consumo medicinal.

Durante los últimos años, se confirma que el crecimiento del mercado del CBD es exponencial. Se estima que, durante el año 2020, alcance cifras astronómicas cercanas a los dos mil millones de euros, lo que en porcentaje supone un aumento de un 700%. Donde más se está notando este aumento, es en el mundo de internet, donde cada vez es más fácil encontrar tiendas online donde sus productos estrella son los derivados del CBD.

La venta de cualquier producto con CBD

Los fabricantes, al ver el nicho que existe con este producto, han creado todo tipo de formatos para vender el CBD. Entre los más curiosos están las gominolas, elixires y hasta pintalabios.

El formato más vendido y más fácil de encontrar es el CBD en aceite, como suplemento alimenticio y complemento en las dietas. El sistema de gotero es el más común, y su ingesta suele ser por gotas (debajo de la lengua) un par de veces al día. Es sorprendente cómo ha ido irrumpiendo en la sociedad americana y con la familiaridad con la que se habla de la marihuana en este país, donde cualquier tema delicado puede generar un escándalo nacional.

Su consumo puede ser por varios motivos: regular el sueño, reducir los estados de ansiedad, aliviar el dolor… Se ha normalizado tanto su consumo, que algunas personas ya lo están utilizando, para tratamientos para sus mascotas.

Se puede decir que el aceite CBD, ha entrado en las casas de los ciudadanos americanos al mismo nivel que la botella de leche o el bote de vitaminas, y lo más importante, parece que lo ha hecho para quedarse. Con el paso de los años veremos si realmente lo hará o tan solo es una moda.

Combate y alivia el dolor

Los grandes organismos, se han pronunciado al estudiar los resultados científicos obtenidos. En 2017 la OMS afirmó que “en estado puro, el cannabidiol no parece ser nocivo ni tener riesgo de abuso, aunque tampoco se recomienda su uso médico. Las primeras conclusiones que han comunicado es que tiene un gran potencial, en el uso terapéutico contra las convulsiones epilépticas y enfermedades derivadas.

Los estudios realizados por la universidad de Minnesota concluyeron que “los cannabinoides pueden formar un complemento útil a los fármacos analgésicos actuales, especialmente en dosis bajas son capaces de inducir hiperalgesia u otros efectos secundarios”. Revistas científicas han publicado que la combinación entre los opioides y cannabinoides pueden ir de la mano para ayudar en los tratamientos a largo plazo con dolor severo.

Es curiosa la comparación que podemos hacer con algunos fármacos legales como los opioides, que llegan a morir una media de 130 personas por sobredosis en EE. UU. y la marihuana. Es más, en la actualidad, cada vez es más común que el cáñamo se utilice como sustitutivo de los opioides.

Otros estudios sobre los beneficios del consumo del cannabidiol, han concluido que el CBD es un agente revolucionario para combatir la artritis inflamatoria. Gracias a los receptores cannabinoides, su consumo ayuda a disminuir los dolores provocados por las inflamaciones.

Como consecuencia de sus bondades, ante los posibles dolores que van apareciendo en la tercera edad, un gran número de asilo han autorizado el consumo del aceite CBD. Los residentes pueden acceder a los diferentes formatos en los que se comercializa el CBD, principalmente en formato oral. Los datos obtenidos entre 2006 y 2013 son sorprendentes, ya que el consumo en personas mayores de 65 años ha aumentado un 250%.

La moda que ha irrumpido en Estados Unidos, parece que no es pasajera y como consecuencia, ya son muchos los países que se están planteando legalizar el cannabis. Para poder respaldar esta decisión, los gobiernos están invirtiendo en estudios científicos para conseguir resultados positivos que lo avalen.

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