Afrontar la soledad

¿Quién no ha tenido miedo a la soledad?, y ¿quién no ha querido quedarse solo alguna vez, aislado del mundo? La soledad es tan buscada como temida, pero ¿qué es la soledad?, ¿qué nos provoca esos sentimientos tan encontrados?

Cuando pensamos en la soledad y buscamos para entenderla encontramos frases de todo tipo:

  • “La soledad es la única que nos entiende y nunca jamás cuestionará aquello que pensemos”
  • “Nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña a soportar la soledad” Niestche.
  • «Más vale solo que mal acompañado».
  • ¿Por qué los hombres rehúyen de la soledad? Porque son pocos los que se encuentran en buena compañía consigo mismos. Carlo Dassi

Y es eso exactamente lo que es el miedo a la soledad. El miedo a quedarnos solos con nosotros mismos, a solas con nuestras virtudes y a solas con nuestros defectos, con nuestras limitaciones. Porque sólo prestamos atención a nuestros temores y nos olvidamos de todas nuestras virtudes, todos los aspectos positivos de nuestra personalidad.

Pues bien, para superar ese miedo a la soledad lo primero es aceptaros a nosotros mismos como somos. Aceptarnos como un todo que tiene partes buenas y otras partes no tan buenas. Pero sin olvidar que esas partes que no nos gustan las podemos cambiar. Tengamos presente que para estar bien con los demás primero debemos estar a gusto con nosotros mismos.

Hagamos un pequeño ejercicio para conocernos, aparentemente puede parecer tonto o irrelevante, pero cuando lo terminemos tendremos mucha y buena información sobre nosotros mismos. Vamos a hacer un inventario sobre nosotros donde utilizaremos el mayor número de palabras para describirnos y lo haremos en distintas áreas tanto en el aspecto físico como la manera de relacionarnos con los demás. Y tanto en el aspecto positivo como en el negativo. El problema no es tener defectos. Todo el mundo los tiene. El problema es qué importancia le damos a esos defectos y cómo los utilizamos con nosotros mismos.

Aquí van algunas ideas: ¿cuál es nuestra personalidad?, ¿cómo creemos que nos ven los demás?, ¿qué rendimiento tenemos en los estudios o en el trabajo?, ¿cómo es nuestro funcionamiento mental?….

Debemos poner todo lo que pensemos, cuanta más información mejor. Una vez acabado el ejercicio ponemos un signo positivo en todo lo que consideremos positivo y uno negativo en lo que no nos gusta o en lo que queremos cambiar. Ahora volvemos a realizar una lista centrándonos sólo en lo negativo, vamos apuntando cada una de las frases en un papel, pero dejando espacio suficiente entre ellas para poder hacer cambios. Pero hay que tener en cuenta algunos aspectos al realizar esa lista. En primer lugar no utilizar un lenguaje peyorativo, eliminemos todas las palabras con connotaciones negativas y sustituyámoslas por otras neutras. En segundo lugar es mejor utilizar un lenguaje preciso, no exagerar ni minimizar. Ser exactos como los científicos cuando hablan de su trabajo. Nada de decir estoy muy gordo, cambiarlo por peso 70Kg, esto es más preciso y menos peyorativo.

Es importante utilizar un lenguaje preciso y no general. Los términos todo, siempre, nunca… no describen la situación general, por eso es mejor delimitar de forma muy concreta la situación que no nos gusta. Por ejemplo: soy una torpe siempre me tropiezo en la calle, es una frase que no hace justicia con la realidad, debemos delimitar cuáles son las situaciones en las que nos pasa concretando y eliminando el torpe y siempre. Me tropiezo en lugares mal asfaltados podría ser más exacto.

Por último, es importante encontrar excepciones en cada una de las situaciones expuestas. Por ejemplo: Soy un desastre todo se me cae de las manos y lo rompo. Cambiar por: Cuando cojo algo pesado se me cae.

Para terminar repasemos la lista de cualidades positivas y recréese en ellas, acéptelas. Repase las negativas y acéptelas también. Y con todas ellas vuelva a hacer una definición de sí mismo, ahora totalmente realista. Comprobará que sus aspectos negativos no lo son tanto y podrá aceptarlos o buscar caminos para cambiarlos. Repase y reescriba hasta que tenga una definición de usted que le guste y le satisfaga totalmente y ¡haga copias¡ Tenga copias en todos los sitios que quiera, en el bolso, en el trabajo, en el frigorífico…Téngala siempre a mano para recordarse quién es en realidad y todo lo bueno que tiene.

Así, ya nos podemos enfrentar con fuerza a la Soledad.

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