Una visita al dentista puede angustiar incluso a los adultos más valientes. Así que no sorprende que muchos niños también se sientan intimidados por el sillón del dentista. Por ese motivo os damos algunos consejos para que tus niños vayan más contentos al dentista.
Comience las visitas al dentista tan pronto como sea posible
Una de las mejores maneras de familiarizar a tu hijo con un entorno dental es llevarlo temprano. Se puede traer a bebés de hasta 1 año para que les echen un vistazo rápido y asegurarse de que sus dientes de leche estén saliendo bien. Debido a que la mayoría de los niños tan pequeños no pueden quedarse quietos, esta es realmente solo una oportunidad para que tu pequeño conozca a su dentista.
Nota: en esta Clinica Dental Madrid están especializados.
Dale normalidad a cada tratamiento
No hay necesidad de abrumar a su hijo con todos los detalles ásperos de lo que sucede en el dentista. En su mente, suceden cosas aterradoras cuando esos instrumentos de metal hurgan en sus bocas. Y el sonido del taladro de un dentista es suficiente para hacer que esas pequeñas mentes se aceleren. A menos que tu hijo necesite conocer los detalles para sentirse cómodo, mantenga las explicaciones al mínimo.
Todo lo que tu hijo necesita saber en el camino es que el dentista está haciendo un control simple para asegurarse de que se está cepillando tres veces al día. Evita contar historias de guerra sobre aquella vez que tuvo una endodoncia o el día en que el abuelo se puso implantes dentales porque se le cayeron todos los dientes.
No es necesario que tu pequeño sepa todos los detalles dolorosos, especialmente si va a hacerse un chequeo de rutina.
Haz una visita ficticia de antemano
En las semanas previas a la cita, pase un tiempo jugando a fingir. Vuelva a representar todas las cosas que suelen suceder en una clínica dental. Esto incluye registrarse en la recepción, escuchar su nombre en la sala de espera y, finalmente, ser acompañado al sillón del dentista.
Felicite a su hijo por sus buenos hábitos de cepillado y recuerda amablemente que el hilo dental también es importante. Luego pase unos minutos contando lentamente todos sus dientes.
Deje que el dentista se encargue de las explicaciones
Muchos dentistas están capacitados para tratar con niños, por lo que es mejor dejar que los profesionales manejen cualquier pregunta o explicación. Evite describir la cita de antemano usando palabras como «aguja» o «dolor». En cambio, deja que su dentista le explique lo que implica la visita una vez que tu hijo esté en la silla.
Los profesionales de la odontología podrán hablarle a tu hijo de una manera amistosa, atenta y sin intimidar. Esta es también una oportunidad para que el dentista construya un vínculo especial con tu hijo, que se espera que continúe en los próximos años.
Recompensa a tu hijo por una visita exitosa
Una vez finalizada la visita, no olvides reconocer el buen comportamiento de tu hijo. Felicitarlos por el coraje y la paciencia que demostraron durante la cita. Este elogio aumentará la confianza en sí mismos y los ayudará a darse cuenta de que una visita al dentista no es tan mala después de todo.