Los hermanos Karamazov de Fiodor Dostoyevsky

Cuando pienso en los autores que he leído hay dos, uno nacional y el otro internacional, que han pasado recurrentemente por mis manos. El nacional es Miguel de Unamuno. Sé que no es una de las elecciones más comunes pero sus novelas, ensayos y también obra poética y dramática siempre me han fascinado. Por cierto, hace mucho que no lo releo, así que dentro de poco lo sacaré por aquí. El internacional es Fyodor Dostoyevsky. Precisamente hoy vamos a hablar de la última obra que escribió y la que para algunos es su mejor novela: Los hermanos Karamazov.

Dostoyevsky no tuvo una vida fácil. Tuvo una relación conflictiva con su padre, estuvo aquejado por la epilepsia, fue condenado a muerte por motivos políticos, pena que le fue conmutada por un exilio en Siberia, fallecimiento de su hijo, adicción al juego… Todas esa experiencias causaron una profunda huella física y espiritual que trasladó el autor a todas sus obras. Entre el elenco de obras maestras se encuentran Crimen y Castigo, El jugador, El idiota, Los demonios o Memorias del subsuelo. Pero la obra en la que Dostoyevski plasmó más su vida real fue sin duda en Los hermanos Karamazov. La influencia de Dostoyevsky en general y de Los hermanos Karamazov en particular en la literatura posterior a él es increíble, especialmente en escritores de la corriente existencialista como por ejemplo en Albert Camus.

Mis hermanos se están autodestruyendo- continuó-,y mi padre también. Y junto con ellos están destruyendo a otros. Es ‘La primitiva fuerza de los Karamazov’

Como decíamos, Los hermanos Karamazov es la última obra que Dostoyevsky escribió. Su idea era escribir una segunda parte para completar los elementos que quedan abiertos al final de este tomo pero desgraciadamente el escritor falleció a los mese de publicar el libro. Tan sólo dejó esbozado por donde quería desarrollar el resto de la historia. De todas formas la primera parte ya tiene la suficiente enjundia para que disfrutemos suficiente con el libro.

El narrador de la historia es un aparente testigo de lo que ha sucedido. Este narrador omnisciente es común en la obra de Dostoyevsky y le permite introducirse a si mismo como un personaje más y poder aportar sus ideas. Desde el punto de vista de la verosimilitud este tipo de narradores nunca me convencen ya que no es posible que conozcan ciertos detalles de la historia que nos narran, pero esto es un pequeño detalle si lo comparamos con las ganancias que aportan desde el punto de vista psicológico.

El comienzo del libro es un breve repaso acerca de la historia familiar de los Karamazov. El padre, Fyodor, es un deprabado y un crápula que ha estado casado dos veces. Con su primera esposa tuvo un hijo, Dimitri, que ha heredado de su padre el hedonismo y la pasión del vivir a tope hasta morir. De su segundo matrimonio obtuvo otros dos hijos. El mayor tiene por nombre Ivan y es el intelectual de la familia, cuya máxima nihilista consiste en que si Dios no existiese tenemos derecho a cualquier acción, nada está prohibido. Finalmente, el benjamín, es el héroe de la novela. Alexei, Alyosha en tono cariñoso, representa los valores religiosos y espirituales.

Pese a su juventud políticamente activa Dostoyevsky evoluciona a lo largo de su vida del radicalismo político a una postura más conservadora. En concreto le causa una gran impresión el filósofo Nikolai Fyodorovich Fyodorov que defendía que la salavación del hombre se produce a través de los hijos, son sus buenas acciones las que redimen a sus padres. Esta es una de las ideas centrales de la novela. Curiosamente los hijos, salvo Alexei que es incapaz de malos sentimientos, no profesan un gran amor por su padre. De hecho la sombra del parricidio planea constantemente desde el primer momento de la novela, lo que supone una inversión total de las ideas de Fyodorov. Dostoyevsky ya había reflexionado interiormente sobre este tema al conocer a unos hermanos que habían sido condenados en Siberia y que cautivan al escritor. Además Dostoyevsky no tuvo una buena relación personal con su padre, un borracho sin contención.

Es imposible resumir todas las referencias y temas de la novela en pocas líneas. Sólo quiero enumerar unos pocos elementos que sirvan como acicate y guía a lectores potenciales de esta obra. Alexei es, como dijimos, el héroe de la novela. ¿Por qué lo trata con tanto mimo Dostoyevsky? Pues porque Aloysha era el nombre de su hijo que murió con tres años. Para hacer más dolorosa esta muerte, el niño muere de epilepsia, una enfermedad contraída por haberla heredado de su padre. La muerte del hijo también aperecerá en una historia paralela del libro.

Los Karamazov no son una familia al uso. De hecho en el momento en que la historia es la primera vez que los tres hijos se encuentran en casa. Y el motivo que une a los Karamazov en el mismo escenario es el amor, pero no entre ellos. Es amor por la mujeres. Dimitri, el mayor de los hermanos, está comprometido con Katerina, con la que contrajo una deuda en el pasado. Pero él en realidad está apasionadamente enamorado de Grushenka, una cortesana. Su rival por el corazón de Grushenka no es otro que su propio padre. Para acabar de completar el cuadro, Ivan pretende el cariño de Katerina, pero ella no le hace mucho caso pues todavía está enamorada de Dimitri.

Hay otros dos personajes (entre otros) que requieren nuestra atención. Uno es el padre Zosima, una especie de monje que se ha ganado la categoría de santo y que acoge a Alexei como su discípulo. Protagonizará parte de la novela y su figura es toda una metáfora de la religión en la Rusia de la segunda mitad del siglo XIX. Y por último debemos seguir los pasos muy de cerca Smerdiákov, uno de los criados de la casa de Karamazov padre, cuyos orígenes son obscuros y que irá ganando peso en el desarrollo de la trama.

En fin, una obra irrepetible y que no nos podemos perder. Para los que os asuste el tamaño del libro pero aún así queréis asomaros a la historia por la vía rápida, he encontrado en Youtube la película completa en versión original con subtítulos en español que dirigió Richard Brooks en 1958. Pero en este caso el libro se impone a la peli, así que en las próximas vacaciones podéis al menos intentarlo porque no os defraudará.

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