La medicina animal está en constante desarrollo en los últimos años. El igual que cuando nosotros buscamos odontólogo, abogado o fisioterapeuta, hay veterinarios más especializados o mejor preparados que otros. Es entonces, cuando nos surgen las dudas, sobre cuál es el mejor para nuestra mascota.
Antes de nada, debemos de pensar qué servicios necesita nuestro fiel compañero y por tanto empezar a ver qué veterinario será el que mejor se adapta a dichos requerimientos. Si solo se precisa las vacunas anuales, esterilización de la mascota, o cuidados más rutinarios, la elección no supondrá problema, ya que cualquier veterinario certificado va a estar cualificado para estos menesteres sin ningún tipo de problema.
Una buena forma de empezar con nuestra búsqueda, es preguntar a personas que vivan en nuestra zona y que tenga animales. Teniendo siempre claro que las personas nos van a contar sus experiencias, siendo por tanto datos subjetivos y con escasos fundamentos, por lo que para hacernos una idea global deberíamos siempre corroborar esta información. Desde luego, debemos de valorar la experiencia profesional y la calidad como veterinario.
Cuando nos hayamos decantado por probar uno, es ideal pedir que nos muestren las instalaciones de su clínica. Muchas veces la gente busca que esas clínicas estén equipadas con las últimas tecnologías, pero es más acertado buscar un lugar que esté limpio, que no desprenda ningún olor desagradable y que su personal tenga una indumentaria adecuada, de forma que buscamos algo similar a una consulta de un médico. Buscamos seguridad, limpieza y seriedad, ya que se trata de la importante tarea de cuidar a nuestra mascota. Nunca debemos de acudir a una clínica que no cumpla con todo lo que la legalidad requiera. Y nunca está demás comprobar la certificación en el Colegio Oficial de Veterinarios.
Dependiendo de la raza de nuestro animal de compañía, podemos incluso necesitar especialista. Algunas razas, tienen dolencias propias que pueden afectar a su piel a sus ojos o bien a su dentadura. Por eso es importante de antemano saber si la clínica a la que pretendemos acudir cumple con esa necesidad especial que pueda tener nuestro animalillo.
No es necesario que el veterinario sea encantador o simpático ni que sea nuestro amigo, pero sí que es importante establecer una buena relación con él, tener la confianza de poder preguntar todas las dudas sobre cualquier tipo de problema que nos pueda surgir o preguntas sobre posibles tratamientos que nos hayan indicado. Debemos pensar, que tenemos que establecer una relación similar a la que tiene un pediatra con una madre, ya que está relación se prolongará teóricamente toda la vida de nuestro animal de compañía.
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También es cierto, que dado el ritmo que llevamos actualmente, impide muchas veces llegar a todo. Nuestra mascota, requiere de nuestros cuidados y presencia y desde luego de nuestra responsabilidad. Por eso es de vital importancia, buscar un veterinario con un horario que podamos encajar con el resto de responsabilidades. También por este motivo, es importante, que tengamos varias opciones de contacto con nuestro veterinario. Que no sea estrictamente necesario que nos tengamos que presentar en la consulta para poder contactar con él. Cada vez es más normal, hasta para estas tareas podernos comunicar tanto por teléfono como por correo electrónico, para poder ahorrar tiempo tanto al veterinario como a nosotros mismos.
Al igual que para nosotros, es muy importante que tenga servicio de urgencias fuera de su horario habitual. Un veterinario al que poder acudir en caso de urgencia fuera de su horario normal, puede ser de vital importancia para la vida de nuestra mascota. De nada nos sirve, tener un gran veterinario, si cada vez que le necesitamos nos emplaza a días más tardes o incluso tenemos que esperar semanas, independientemente de la necesidad que tenga nuestro compañero animal.
Para nuestra comodidad, y para poder cumplir con todo lo que conlleva tener un animal a nuestro cargo, es importante encontrar un centro veterinario que no esté demasiado lejos de nuestro domicilio, para tener todo más fácil y accesible de cara a tener que acercarnos donde él o bien en caso de ir con una urgencia.
Aunque parezca una nimiedad, es importante que la clínica a la que vamos a acudir disponga de una sala de espera. Este lugar juega un papel mucho más relevante del que inicialmente podamos creer, ya que es probable que, si nuestro veterinario es bueno, tendrá muchos animales que atender y al igual que cuando vamos nosotros al médico, cada animal y sus necesidades llevarán un tiempo que en algunas ocasiones será difícil de determinar. En caso de tenerla, es importante, que tenga una óptima ventilación, que tenga algunas comodidades para hacer más amena nuestra estancia y la de nuestra mascota y que por supuesto, esté limpia.
Como para todo en la vida, debemos de usar nuestro sentido común para buscar el veterinario que mejor nos venga. No debemos de olvidar, que debe de cumplir con nuestras expectativas pero que lo más importante es que debe de cubrir las necesidades de nuestra mascota, debemos de recordar que amabilidad no es sinónimo de una correcta atención médica. No debemos dejarnos llevar por primeras impresiones, ya que no siempre es garantía de éxito Cada vez es más la gente, que, dejando vergüenzas a un lado, se acercan a diferentes clínicas y compara servicios antes de inclinarse por una en concreto. También y como consejo, es importante tener alguna opción más que la inicial, por si el resultado con nuestra primera elección no fuera del todo satisfactorio.
Lo más aconsejable, es no esperar al momento crítico en el que nuestra mascota necesite que la llevamos al veterinario. Porque en ese caso, ya no se tratará de buscar el veterinario perfecto para nuestra mascota, sino que iremos a por un profesional para que nos solucione de forma inmediata el problema que haya podido surgir. Es más, cada vez es más gente, la que busca el veterinario antes incluso de tener a su mascota. De forma que una vez tengamos a nuestro nuevo fiel amigo, podamos empezar con sus rutinas y necesidades desde el principio de vuestra vida común.